domingo, 28 de junio de 2015

Listo.

:)

Shh, no hagas mucho ruido, que nos van a oír.
Ven agáchate despacito, ponte de cunclillas a mi lado y respira bien bajito.

¿Oyes algo?, ¿no?, yo tampoco.
Chanfles, tan jóvenes y ya medio sordit@s, pero no importa, yo sé que nos podemos curar.

¡¿Oíste?!, se fueron, tenemos que caminar calladitos hasta la puerta.
A la cuenta de tres: uno... dos... y ¡tres!.

Pero... ¿porqué no avanzaste?...
no importa, yo voy primera y me sigues ¿sí?.

Otra vez entonces:  uno... dos... y ¡tres!.
Vente, que es mejor no demorar.

Ahora voy a abrir despacito la puerta y tu me avisas si no viene nadie.
No me mires a mí, mira para atrás que nos pueden pescar.

¿No viene nadie?.
Listo, ya quite el seguro, ahora cruza mientras yo vigilo.
No te asustes, nada nos va a pasar.

No avances mucho porfavor.
La puerta se atasco, ayúdame a cerrarla de tirón.
Vuelvo a contar: uno... dos... y ¡tres!.

Jala, jala fuerte.
Espera, me voy a ubicar mejor.
Otra vez: jala, ¡jala!.

¡Listo!, que fuertes, no?.
Bien fuertes caray.

¿Vez la pradera a lo lejos?, 
¿vez el bosque al final?
¿sí, los vez?.
Observa bien que allí están.

¿Me quieres acompañar?.

Dicen que pasando esos árboles hay un colorido mar,
que al amanecer es azul, pero que a estas horas se vuelve cristalino y aguamarina.
¡vamos acompáñame!.

Podemos quitarnos los zapatos y correr a través del pasto hasta llegar.
Atamos ambos pares y nos los colgamos al cuello, ¿que dices?.

Además en ese mar no hay arena, sino bastantes piedritas coloridas y resbalosas,
pero tranquil@ que si tomas mi mano no patinaremos al caminar, 
y vamos a poder jugar a que esas roquitas saben caminan sobre el mar.

Entonces, ¿sí? 
¿te vienes conmigo?.

:)



jueves, 25 de junio de 2015

15.

- Será que este fin y el siguiente se agendaron -raras- invitaciones a cumpleaños familiares. (Entiéndase aquí que los únicos que celebran cumpleaños en mi familia, además de mis padres, son los nietos y bisnietos menores. Fiestas a las que ni de chiste me invitan porqué soy un peligro diezmando la mesa de dulces y pues tampoco tengo hijos que puedan hacerlo por mí. ¡Vida cruel!)

- Será que ya se acerca el cumpleaños de mi Caballero y ya veo que me tienen en la mira para organizarlo.

- o será la entrada anticumpleaños que cabo de leer.

- será el sereno, pero será!.

Así recorde una época traúmatica (música de Psicosis porfavor): Mi fiesta de 15 años -lo que tiene gran símil con los sweet 16 de otros lares-.

Ya, yo para ese cumpleaños no quería fiesta ni gastadera, a diferencia de mis padres que insistían en que sí, yo quería una cámara filmadora y mi hermana me seguía la corriente.

Creyéndome vencedora, fuimos a adquirir la radiante cámara nueva con la que planeaba dirigir muchos cortometrajes de terror, osea Hitchcoock te fregaste, ¡agarrate que allá voy!.

¡Pero todo fue una gran treta de mis padres!:
- Y para estrenar la filmadora nueva, ¿qué tal si hacemos una pequeña reunión por su cumpleaños?

¡Ajá!, lo tenían todo bien planeado. Macabros.

Prometían que la fiesta iba a ser una "pequeña reunión" en casa, algo sencillo para nada elaborado.

Y ahí iban Marita y Mary decorando todo en su día de cumpleaños. ¿Y ahora quién podrá defendernos?.

Después de "arreglarnos" para el pequeño ágape, salimos a saludar a todos y vaya sorpresa: ¡estaban hasta mis antiguas profesoras de escuela primaria!, esas que una ya cree calacas rostizadas, sí esas.

¡Oígame no!, ¡no hay derecho!.

Aquí también aclaro que en mi secundaria pertenecí a un colegio católico, alumna de una madre directora y un única monja como profesora de historia.
(¿Qué no es ley que las monjas enseñen siempre cursos de religión?, ¿raro no?).

La sala tenía a mi grupo de amigas pero ningún joven varón, pues pasa que además de católico era colegio para señoritas por lo que solo mis primos brillaban como estrellas en noche de apagón. (Canten con Yuri!).
Mis amigos eran de barrio, pero mi barrio estaba lleno de pirañitas -jóvenes malcriados y majaderos- entonces obviamente no iban a asomarse por aquella "reunioncita", y mis padres tampoco los iban a dejar entrar. (¡Yo les guardo torta amigos!).

La noche paso sin mayor novedad -o algún otro trauma que sobrepase a aguantar la fiesta en sí- que sea de mi recuerdo.
No, no me embriague a pesar que motivos no me faltaban. No, no fue ni de cerca una de las más "maravillosas noches de mi vida" o como toda la gente a mi alrededor creía que sería.
Conocí -de verdad- a solo un 30% de los asistentes y a los demás solos los abrazaba para recibir sus regalos, que terminaron siendo joyeros pequeñisimos, anillos tamaño pulsera o libros para poner fotografías de la macabra fecha.
Lo único que agradezco es que no me obligarán a usar vestido ni cosas floreadas -pero si tuve que bailar el vals-, ¡no se me hacía una pues!.

Si pudiera volver el tiempo atrás, invetiría ese tiempo y ese dinero en mi frustada carrera cinematográfica, la hubiera hecho hasta de asistonta de la tia Llosa, sirve-café de Burton o pisapapeles de Spielberg.

Por último, no me hubiese comprado la cámara y la invertía en pagarme un psicólogo que curará las secuelas que quedaron impresas en mi retina luego de ver por única vez el video de esa fecha.

¡Vida cruel!. FIN.

lunes, 22 de junio de 2015

Juanito.

(Apología a GOT, si no entendió nomas pase de largo y nos vemos en el siguiente post :9 ).

Ahí les va:

<< Me encontraba en mis sagrados aposentos, retozando tranquila mientras delicadamente peinaba mis largos y rubios cabellos... >>

Esta bueno, va así:

Trataba de desenredar animosamente esas greñas que llevo en el pelo -pues soy de dormir ♪ a pelo suelto ♫ y al amanecer se me hace una masa toda loca por detrás de la nuca- cuando extrañada escucho el sonido del celular.

El rington que tengo es bien chévere -sinónimo a genial- y me lo sé de memoria, por lo que en vez de contestar me pongo a cantar: 
(Aclara su garganta y espera el riff en guitarra y...)  It's late in the evening, glass on the side, I've been sat with you for most of the night. Ignoring everybody here we wish they would disappear so maybe we could get down now. I DON'T WANNA KNOOOW IF YOU'RE GETTING AHEAD OF THE PROGRAM, I WANT YOU TO BE MINEEE, LADYYYY TO HOLD YOUR BODY CLOSE
Y se acabó. :(

¡Santos caracoles, no llegue a contestarle!. ¿Quién sería?.
Un número bien grande está en la pantalla, pero no tengo mayor pista de quién podrá ser.
Vuelvo a tomar mis greñas, cuando el sonido empieza otra vez:
It's late in the evening, glass on the side, I've been sat with you for most of the night. Ignoring everybody here we wish they would disappear so maybe we could get down noooowwww.

- ¿Mary no vas a contestar?.- Mamá interrumpiendo.
- ... (Y tan bonito que estaba cantando ¬ ¬)...  ¿Aló?-
- ¡Hola Mary!, ¡A los años!.
- Perdón pero ¿con quién estoy hablando?.
- No reconoces mi voz Mary, ¡soy yo! ¡tu amiguísima!.
- ¿Peluche?! ¿Y desde cuando los canes saben hablar?.- (Ok, no respondí eso, pero imaginen que sí.)
- Mary, soy Andrea, ¿Que ha sido de tu vida amiga?.
- Pues me va bastante mal, pero es lo de siempre así que no me quejo, aunque ya que preguntas entérate que ando con una gripe del mal y una tos de perro bastante ruidosa y así. ¿Tú que tal?
- ...Okk... bueno Mary, pues yo ando muy bien y llamaba para invitarte a mi cumpleaños este fin de semana, estoy armando una pequeña reunión y definitivamente no puedes faltar amiga!.
- Uhm, no creo que logré curarme del todo pero entiendo que mi tos para esos días será bastante tolerable, así que allí estaremos.
- Listo nena entonces ¿te apunto a tí y a tu pareja cierto?.
- ...
- ¿Mary?
- Sí sabes, ese tema es algo delicado, pues... uhmm, (inserte aquí voz entre-cortada) él acaba de fallecer hace poco (inserte aquí un sollozo bajito).
- ...Ohhh nooo... Mary, de verás lo siento, no lo sabía, perdona, sino hubiese tenido más tino al preguntártelo, de verás mi más sentido pésame.
- No, no te preocupes Andrea, fue algo que solo gente conocedora (lectora) podría haber visto venir.
- Ohhhh Mary, de verdad lo siento, discúlpame de nuevo y de hecho estás excusada a no asistir.
- Me da pena no poder estar presente en una fecha tan especial para ti amiga querida, pero la herida aún es muy fresca y sé que comprendes por la situación que estoy pasando (inserte otro sollozo bajito).
- Tranquila Mary, no pasa nada... y ¿me dijiste como se llamaba tu querido?.
- Juan Nieves, Juanito para los más allegados.
- Ok Mary, espero y pronto todo pase, además eres bastante fuerte, yo lo sé. No olvides apuntar este número para cualquier cosa que necesites, ¿si?.
- Muchas gracias Andrea, ¡cuídate mucho porfavor!.
- Igual tu Mary, un fuerte abrazo a la distancia.



Y así es como evitas un fin de semana incómodo a lado de pseudas-amistades:
¿para qué ser directos cuando se puede ser creativo, eh?.

¡Servid@s!

sábado, 13 de junio de 2015

I'm a mess.

Hoy mi cuerpo amaneció mas pesado de lo común, sabes
y me vuelvo a preguntar cuanto más voy a aguantar.

Ya no soy la única inquieta con esa idea,
hoy mamá y mi hermana también están preocupadas.

Será que estoy dejando notar algo.
Será que lograron ver a través de mí por una milésima de segundo.
¿Será que ya no puedo esconder mis emociones?.

Si es que ellas se sienten así, ¿entenderás al menos como me siento yo?
¿Entenderás algo de este dolor que me carcomen viva?, ¿entenderás de emociones humanas?.

¿Entenderás?.

Entonces digo: Sí a mi corta edad estoy así de rota, ¿cómo esperas que llegue al final?
Soy tan débil y me siento tan vieja, que quizás descansar sobre tierra no suene del todo mal.

Te das cuenta que ando buscando excusas tontas para poder salir de este lugar,
como justificando mi ausencia.

Razones para escapar y correr.
Razones para ya no tener presencia.

Todo es tan vació y solo.
Recuerdos me invaden, mientras todas las oportunidades me son esquivas.

¿Cuanto tiempo más crees que me la voy a pasar así?
Ya hasta tengo miedo de intentar, porqué no quiero cargar con más decepciones.

La lista ya es demasiada, no podrías solo dejar de incrementarla
podrías dejar de escribir cosas en ella al menos solo por una vez en esta vida.

Y mi cuerpo, pero sobre todo mi alma, están cansadas
 hartas de seguir rodando por la vida.

¿No soy digna de merecer una oportunidad?, una buena oportunidad,
pero de esas que no tienen trucos, una chance sincera para volver a ser feliz.
O quizás una para ser feliz por primera vez.
¿No lo merezco?.
¿Tan mala eh sido?
¿Es tanta tu ira y saña?
¿Estoy tan sucia a tus ojos?

Tu silencio me vuelve a meter en la rutina
vuelvo a intentarlo otra vez
trato de no disparar hacia el fracaso
pero es tan difícil no hacerlo
y aún así, seco mis lágrimas y vuelvo al juego
ayúdame esta vez, ¿sí?.

Ayúdame por favor, ¡Ayúdame!.

Ayúdame.


(Estará mal decir que tengo mas borradores que post publicados. FIN.)

jueves, 11 de junio de 2015

Adicciones.

El post iba a tratar de algo menos personal, pero cambie de idea y creí poder hacer una trilogía con el mismo título. Ahí vamos.


De un tiempo a esta parte las lágrimas son diferentes.

Comprendo que mis lagrimas han ido cambiando con la edad.

De niña, cuando mis padres peleaban y gritaban, eran bastante dolorosas y ahogadas. 
Papá siempre odio que llorara, entonces siempre tenía que esconderlas en algún rincón de la habitación, pero aún así las muy traicioneras sabían escapar haciendo más incomoda mi capacidad de ocultarlas.
- ¿Ya estás llorando otra vez Mary?.
- No, no es cierto, eso no es cierto.- Pero ahí estaban las gotas rodando por mis mejillas.

Ya adolescente aprendí métodos para poder controlarlas de una manera más sofisticada, si es que puede llamarsele así.
Parpadear constantemente y mirar hacia el cielo puede servir algunas veces. Aunque nunca pude detener el llanto furioso, profundo y difuso de edades tan tercas e inmaduras.
Fui derrotada por el tipo de tristezas agotadoras que solo se curan vencidas por el cansancio mezclado con el encanto de un sueño ligero.

Ahora, siguen brotando pero solo lo hacen inertes, acompañadas por el silencio de la noche y el calor de estas lineas vacías. Agua inexpresiva, callada y salada lavándome la cara.
Ojalá significaran algo más, pero no lo hacen, solo son parte de una odiosa rutina adquirida en parte por repetición y en parte por idiotez.

Presa de mi cordialidad las saludo como siempre:
-¿Cómo andan compañeras?, llevaba bastante tiempo sin verlas.


Poco a poco empiezo a apreciar su compañía  y de llegar a odiarlas hasta el hartazgo, creo que puedo entender que son una parte importante de mí, mostrándome que a pesar de tanto, sigo siendo igual de frágil que antes y que voy a ser siempre así.

Mi alegría y negro sentido del humor servían como fachada para ocultar esa extrema sensibilidad innata. Funciona bien hasta ahora, ¿no?.

Y por si las dudas, si lograsen descubrir mi cuartada, dejo estas letras como fiel testigo acusador de una realidad de la cual vivo escapando, escapando en largas caminatas.

Servidos señores.


(Un post resucitado del mas allá.)

martes, 9 de junio de 2015

De autos y padres.

¡Terminé mi clase de manejo y no siniestre el vehículo de prueba!. Yei.
(Palmas compañeros, ¡palmas!).

Sorprendida y feliz me dirijo a casa para poder practicar en el auto de papá, con esta introducción es bueno sentar algunos precedentes:

- Papá ya había intentando enseñarnos -a mí hermana y a mí- hace cuatros años atrás, pero se dio por vencido. Mi hermana no tenía muchos problemas en arrancar el auto, pero sí en hacer los cambios. Yo en cambio, no podía arrancarlo, lo apagaba y apagaba, y ya cuando estaba en marcha le daba mucho al acelerador mientras papá rezaba por su vida.

- Mis amigos con auto tenían un poco de reserva a enseñarme, quemé uno que otro disco de embriague sin mayor daño, pero no pasé de contadas horas con ellos.

Así divagaba por la vida, tentando a la resignación de no aprender nunca a caminar en cuatro ruedas, porqué en dos ya sé.
Pero no señores y señoritas, mi naturaleza es testaruda, terca y además tardía, entonces me matricule a las clases de manejo, donde un amable joven tuvo que aguantar mis idas y venidas. Gracias amigo, si el cielo existe yo creo que lo tienes ganado.

*Yo siempre quise ser camionera. T.T

Hoy volveré a tentar a papá para que me deje usar el auto porque ya estoy graduada -según yo-.
Y me pongo a pensar si debo redactarle otra carta como  la anterior (dale click, no te arrepentirás), está vez escrita un poco mas extensa y menos convencional.

Creo que aún no, no estoy lista para verlo partir tan pronto, aún lo quiero tanto.

viernes, 5 de junio de 2015

Trasluciendo.

Sí, empezaremos con los mea culpa:

Esta señorita distinguida es de odiar los brassieres. Elevo mi puño hacia los cochinos alambres que rodean las copas de estos. Esas cosas dejan marcas imborrables en el alma y algunas en la piel también.

Lamentablemente es cuestión de modales no faltar a su uso regular, por lo que ahí van acumulandose en el guardarropa.

PERO como estamos en casa y la visita masculina patriarcal no se realiza hasta bien entrada la tarde, me doy la libertad de andar sin ninguna clase de prenda opresora con serenidad.

Mamá salió hoy bien temprano, por lo que con la casa sola me pierdo en el mundo cibernetico un rato.

Tocan el timbre -pero el video está bueno- entonces resoplo por el itercomunicador: ¡¿Quién?! -se atreve joder a estas horas-.

Nadie.

Retorno al video y es el timbre otra vez.

Cara...coles, pienso en que mamá olvido sus llaves cuando las veo al lado del teléfono, y así bajo a hacia la puerta.

Abro la puerta y un joven -disfrazado de pinguino- con traje, mochila y Biblia en mano me brinda un saludo, pero esto es corto porque inmediatmente redirige su vista hacia mi pecho.

Se saben esa canción de Shakira: Suerte que mis pechos sean pequeños y nos los confundas con montañas. (Tienes que leerlo cantando, con todo y meneito de cadera ¿ok?).
Sí, esa canción es de mi autoria. No seré una completa tabla de planchar, pero El hombre aire hace que el tejido adiposo en mi cuerpo se ubique en cualquier otro lugar y así no abultar ESA parte delantera, entonces los jóvenes aprenden a mirarme a la cara.

Podrán imaginar el espectáculo: solo un par de senos sin emboltura trasluciendo bajo un polo blanco humo la oscuridad de sus pezones.

¡Hey amigo! -sí tú, el que me está mirando los senos- no necesito de ninguno de tus sermones por ahora, quizás puedas volver no sé... cuando logres prestar atención a lo que te estoy diciendo ¿?.

Cerré de portazo y desconecté el timbre.

FIN.